Dilma enfrenta una embestida con desenlace incierto
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OPINAN
Ricardo Romero
Entrevista a Alfredo Alejandro Gugliano
"Dilma enfrenta una embestida con desenlace incierto"
Ricardo Romero 12 de Agosto de 2015 | 12:00
A cuatro días de las marchas contra la mandataria, el profesor universitario analiza el escenario político brasileño.
Para el próximo 16 de agosto está convocada una marcha que impulsa el impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff. Una manifestación que puede agravar la crisis institucional que afronta por las acusaciones de corrupción. A su vez, la mandataria podría enfrentar otro escollo si el Tribunal de Cuentas de la República objeta las cuentas fiscales de 2014 y coloca en el Parlamento la decisión de dimitirla y convocar a elecciones.
Ante este escenario, Tiempo Argentino conversó con Alfredo Alejandro Gugliano, quien es profesor en la Universidad Federal de Río Grande do Sul y especialista en Política Contemporánea de América Latina. De paso por Argentina, luego de la charla que dio en el Foro Socialista de la Sociedad Luz en Barracas, el académico dio un panorama desalentador del escenario en Brasil.
-¿Hay probabilidad cierta de un impeachment en Brasil?
-Hay muchos sectores interesados hoy en el impeachment. Es un escenario posible, porque el actual presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien es miembro del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) y del bloque evangelista, está impulsando una fuerte oposición a Dilma, así como a las políticas del gobierno federal. Las posiciones de Cunha hoy, son un fuerte obstáculo a la estabilidad democrática del país.
-¿Pero tiene posibilidades ciertas?
- Es más difícil, porque implicaría un acuerdo parlamentario del PMBD, e incluso del PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña), pero además debería lograrse encontrar algún vínculo de Dilma con los hechos de corrupción para poder activar el procedimiento. Es uno de los escenarios, pero el menos problable.
-¿Cuál sería otro?
-El referido a las cuentas públicas, porque si el Tribunal de Cuentas de la República sugiriese al Parlamento la desaprobación, coloca en agenda la posibilidad de votar la destitución de Dilma y el llamado a elecciones, algo que al PSDB le quedaría más cómodo, porque en el caso de impeachment la destitución es personal y la presidencia quedaría en manos de Michel Temer. Por eso veo más probable este escenario, que el otro. Hasta hoy eso nunca ocurrió, pero en el contexto de actual fragilidad del gobierno no es un de escenario descartable.
-¿Pero son complejos de acordar en el Parlamento?
-Sí, pero la manifestación del próximo 16 de diciembre podría generar un impacto social muy fuerte, que profundice la caída de imagen de Rousseff y llevarla, para evitar lo anterior, a una renuncia. Algo que parece remoto, pero la dinámica de la política lo pone sobre la mesa.
-¿Pero tiene posibilidad de recomponer el gobierno?
-Lo está buscando, a través de una reforma ministerial, que al contrario de la Reforma Política que pregonó, va hacia una renegociación de cargos para ceder espacios a los sectores concentrados, ya lo hizo cuando incluyó a Joaquin Levy y a Katia Abreu, reorientando la economía a la ortodoxia y a los agronegocios.
-¿Pero el Partido dos Trabalhadores qué hace?
-El primer gran error fue que tardó muchísimo para reconocer la crisis y presentar una reacción. Decía que era una maniobra de los medios, una fábula que lo único que provocó fue el agravamiento de la misma. Ahora se encuentra con un proceso de crecimiento de la inflación y el desempleo, combinado con una recesión, por lo que la salida a la crisis se hace cuesta arriba.
-¿Pero los medios no instalan esa agenda?
-Los medios masivos de comunicación en Brasil son fuertes pero, a diferencia de Argentina donde el gobierno tiene una red propia y la posibilidad de usar la cadena nacional, hay una fuerte expresión social de esa derecha, está en las calles, en organizaciones de derecha y en partidos de derecha. Es más, los dirigentes del PT están sufriendo escraches o intimidaciones en las calles, como recientemente María do Rosario Nunes, ex Ministra de DDHH quien fue increpada junto a su madre en un mall de Porto Alegre con amenazas.
-Panorama complejo para el PT...
-Sí, porque aún saliendo de la crisis política, se estima que en las elecciones municipales del año que viene podría llegar a perder hasta el 40% de las intendencias. De esta manera, los que piensan en Lula 2018 por su alta imagen positiva, deberían comprender que el test electoral también está condicionando esta posibilidad, sin contar que por todos los medios se está tratando de involucrarlo en las denuncias de corrupción.
-¿Es el punto más complejo de enfrentar?
-Pienso que uno de los puntos más complicados es la vinculación de dirigentes del gobierno y del PT con las denuncias. Problema que en mi opinión ni el PT, ni el gobierno, supieron enfrentar. Creo que es el punto crucial y que puede afectar a la región, porque marcaría la crisis de un proyecto que será difícil de recuperar por parte de la izquierda. «
Para el próximo 16 de agosto está convocada una marcha que impulsa el impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff. Una manifestación que puede agravar la crisis institucional que afronta por las acusaciones de corrupción. A su vez, la mandataria podría enfrentar otro escollo si el Tribunal de Cuentas de la República objeta las cuentas fiscales de 2014 y coloca en el Parlamento la decisión de dimitirla y convocar a elecciones.
Ante este escenario, Tiempo Argentino conversó con Alfredo Alejandro Gugliano, quien es profesor en la Universidad Federal de Río Grande do Sul y especialista en Política Contemporánea de América Latina. De paso por Argentina, luego de la charla que dio en el Foro Socialista de la Sociedad Luz en Barracas, el académico dio un panorama desalentador del escenario en Brasil.
Ante este escenario, Tiempo Argentino conversó con Alfredo Alejandro Gugliano, quien es profesor en la Universidad Federal de Río Grande do Sul y especialista en Política Contemporánea de América Latina. De paso por Argentina, luego de la charla que dio en el Foro Socialista de la Sociedad Luz en Barracas, el académico dio un panorama desalentador del escenario en Brasil.
-¿Hay probabilidad cierta de un impeachment en Brasil?
-Hay muchos sectores interesados hoy en el impeachment. Es un escenario posible, porque el actual presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien es miembro del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) y del bloque evangelista, está impulsando una fuerte oposición a Dilma, así como a las políticas del gobierno federal. Las posiciones de Cunha hoy, son un fuerte obstáculo a la estabilidad democrática del país.
-¿Pero tiene posibilidades ciertas?
- Es más difícil, porque implicaría un acuerdo parlamentario del PMBD, e incluso del PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña), pero además debería lograrse encontrar algún vínculo de Dilma con los hechos de corrupción para poder activar el procedimiento. Es uno de los escenarios, pero el menos problable.
-¿Cuál sería otro?
-El referido a las cuentas públicas, porque si el Tribunal de Cuentas de la República sugiriese al Parlamento la desaprobación, coloca en agenda la posibilidad de votar la destitución de Dilma y el llamado a elecciones, algo que al PSDB le quedaría más cómodo, porque en el caso de impeachment la destitución es personal y la presidencia quedaría en manos de Michel Temer. Por eso veo más probable este escenario, que el otro. Hasta hoy eso nunca ocurrió, pero en el contexto de actual fragilidad del gobierno no es un de escenario descartable.
-¿Pero son complejos de acordar en el Parlamento?
-Sí, pero la manifestación del próximo 16 de diciembre podría generar un impacto social muy fuerte, que profundice la caída de imagen de Rousseff y llevarla, para evitar lo anterior, a una renuncia. Algo que parece remoto, pero la dinámica de la política lo pone sobre la mesa.
-¿Pero tiene posibilidad de recomponer el gobierno?
-Lo está buscando, a través de una reforma ministerial, que al contrario de la Reforma Política que pregonó, va hacia una renegociación de cargos para ceder espacios a los sectores concentrados, ya lo hizo cuando incluyó a Joaquin Levy y a Katia Abreu, reorientando la economía a la ortodoxia y a los agronegocios.
-¿Pero el Partido dos Trabalhadores qué hace?
-El primer gran error fue que tardó muchísimo para reconocer la crisis y presentar una reacción. Decía que era una maniobra de los medios, una fábula que lo único que provocó fue el agravamiento de la misma. Ahora se encuentra con un proceso de crecimiento de la inflación y el desempleo, combinado con una recesión, por lo que la salida a la crisis se hace cuesta arriba.
-¿Pero los medios no instalan esa agenda?
-Los medios masivos de comunicación en Brasil son fuertes pero, a diferencia de Argentina donde el gobierno tiene una red propia y la posibilidad de usar la cadena nacional, hay una fuerte expresión social de esa derecha, está en las calles, en organizaciones de derecha y en partidos de derecha. Es más, los dirigentes del PT están sufriendo escraches o intimidaciones en las calles, como recientemente María do Rosario Nunes, ex Ministra de DDHH quien fue increpada junto a su madre en un mall de Porto Alegre con amenazas.
-Panorama complejo para el PT...
-Sí, porque aún saliendo de la crisis política, se estima que en las elecciones municipales del año que viene podría llegar a perder hasta el 40% de las intendencias. De esta manera, los que piensan en Lula 2018 por su alta imagen positiva, deberían comprender que el test electoral también está condicionando esta posibilidad, sin contar que por todos los medios se está tratando de involucrarlo en las denuncias de corrupción.
-¿Es el punto más complejo de enfrentar?
-Pienso que uno de los puntos más complicados es la vinculación de dirigentes del gobierno y del PT con las denuncias. Problema que en mi opinión ni el PT, ni el gobierno, supieron enfrentar. Creo que es el punto crucial y que puede afectar a la región, porque marcaría la crisis de un proyecto que será difícil de recuperar por parte de la izquierda. «
-Hay muchos sectores interesados hoy en el impeachment. Es un escenario posible, porque el actual presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien es miembro del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) y del bloque evangelista, está impulsando una fuerte oposición a Dilma, así como a las políticas del gobierno federal. Las posiciones de Cunha hoy, son un fuerte obstáculo a la estabilidad democrática del país.
-¿Pero tiene posibilidades ciertas?
- Es más difícil, porque implicaría un acuerdo parlamentario del PMBD, e incluso del PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña), pero además debería lograrse encontrar algún vínculo de Dilma con los hechos de corrupción para poder activar el procedimiento. Es uno de los escenarios, pero el menos problable.
-¿Cuál sería otro?
-El referido a las cuentas públicas, porque si el Tribunal de Cuentas de la República sugiriese al Parlamento la desaprobación, coloca en agenda la posibilidad de votar la destitución de Dilma y el llamado a elecciones, algo que al PSDB le quedaría más cómodo, porque en el caso de impeachment la destitución es personal y la presidencia quedaría en manos de Michel Temer. Por eso veo más probable este escenario, que el otro. Hasta hoy eso nunca ocurrió, pero en el contexto de actual fragilidad del gobierno no es un de escenario descartable.
-¿Pero son complejos de acordar en el Parlamento?
-Sí, pero la manifestación del próximo 16 de diciembre podría generar un impacto social muy fuerte, que profundice la caída de imagen de Rousseff y llevarla, para evitar lo anterior, a una renuncia. Algo que parece remoto, pero la dinámica de la política lo pone sobre la mesa.
-¿Pero tiene posibilidad de recomponer el gobierno?
-Lo está buscando, a través de una reforma ministerial, que al contrario de la Reforma Política que pregonó, va hacia una renegociación de cargos para ceder espacios a los sectores concentrados, ya lo hizo cuando incluyó a Joaquin Levy y a Katia Abreu, reorientando la economía a la ortodoxia y a los agronegocios.
-¿Pero el Partido dos Trabalhadores qué hace?
-El primer gran error fue que tardó muchísimo para reconocer la crisis y presentar una reacción. Decía que era una maniobra de los medios, una fábula que lo único que provocó fue el agravamiento de la misma. Ahora se encuentra con un proceso de crecimiento de la inflación y el desempleo, combinado con una recesión, por lo que la salida a la crisis se hace cuesta arriba.
-¿Pero los medios no instalan esa agenda?
-Los medios masivos de comunicación en Brasil son fuertes pero, a diferencia de Argentina donde el gobierno tiene una red propia y la posibilidad de usar la cadena nacional, hay una fuerte expresión social de esa derecha, está en las calles, en organizaciones de derecha y en partidos de derecha. Es más, los dirigentes del PT están sufriendo escraches o intimidaciones en las calles, como recientemente María do Rosario Nunes, ex Ministra de DDHH quien fue increpada junto a su madre en un mall de Porto Alegre con amenazas.
-Panorama complejo para el PT...
-Sí, porque aún saliendo de la crisis política, se estima que en las elecciones municipales del año que viene podría llegar a perder hasta el 40% de las intendencias. De esta manera, los que piensan en Lula 2018 por su alta imagen positiva, deberían comprender que el test electoral también está condicionando esta posibilidad, sin contar que por todos los medios se está tratando de involucrarlo en las denuncias de corrupción.
-¿Es el punto más complejo de enfrentar?
-Pienso que uno de los puntos más complicados es la vinculación de dirigentes del gobierno y del PT con las denuncias. Problema que en mi opinión ni el PT, ni el gobierno, supieron enfrentar. Creo que es el punto crucial y que puede afectar a la región, porque marcaría la crisis de un proyecto que será difícil de recuperar por parte de la izquierda. «
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