Buen año para los gobiernos populares en América latina



Balance electoral 2014

Buen año para los gobiernos populares en América latina

Pese a la incógnita que plantea hacia el futuro el retraso en el proceso de integración regional, las contiendas electorales mantuvieron una dinámica en general favorable a la persistencia de políticas reparatorias y redistributivas.

Buen año para los gobiernos populares en América latina
El movimiento hacia Cuba por parte de los Estados Unidos es una jugada estratégica en un tablero adverso que cambió desde la cumbre de Mar del Plata en 2005, cuando el comandante Hugo Chávez les dijo “¡El ALCA al Carajo!”. Es que las contiendas electorales del año 2014 arrojaron una victoria de los gobiernos populares y sumaron nuevas experiencias para región. Este año, a la consolidación de procesos importantes como en El Salvador, Bolivia, Brasil, y Uruguay, se sumaron nuevas tendencias en Panamá y Costa Rica, país que cambió su orientación política de seguidismo norteamericano, reafirmando su latinoamericanismo, y que el 25 al 29 de enero de 2015 será sede de la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un espacio donde Estados Unidos y Canadá están excluidos.
A su vez, este año se mantuvo la tendencia favorable a los gobiernos populares marcada durante el año 2013, que primero tuvo la ajustada victoria de 200 mil votos de Nicolás Maduro, candidato del Gran Polo Patriótico, alianza de izquierda liderada por el Partido Socialista Unido de Venezuela, contra Henrique Caprile, de la Mesa de Unidad Democracia, una convergencia de la derecha venezolana; luego continuó con la reelección de Rafael Correa que arrasó en las elecciones presidenciales de Ecuador, con el 57,17% de los votos para Alianza País, frente al 22,68% del opositor Guillermo Laso de CREO; y concluiría con el triunfo de Michelle Bachelet en Chile, con su Nueva Mayoría (donde ahora la Concertación del Partido Socialista y el Partido Demócrata Cristiano suma al Partido Comunista) logró en segunda vuelta el 66% de los votos frente al 37% de Evelyn Matthei del gobernante partido de derecha. En tanto, la elección de Horacio Cartes, del Partido Colorado en Paraguay, y de Juan Orlando Hernández, en Honduras, marcaron una continuidad de los golpes institucionales abiertos en esos países.
Nueva tendencia en Centro América. Las contiendas electorales de 2014 comenzaron allá por el 2 febrero, cuando El Salvador y Costa Rica concretaron su primera ronda electoral y donde ambos países tuvieron que ir a una segunda vuelta para definir la presidencia. El Salvador la tuvo el 9 de marzo, donde el candidato oficialista del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, se impuso sobre el opositor Norman Quijano de la derecha de Arena, por un exiguo margen de 6.634 votos. Así, el FMLN logró consolidar su propuesta política, porque colocó en la presidencia a un candidato propio, en tanto que en las elecciones pasadas, en transición a su incorporación a la legalidad política tras haber sido un grupo armado, impulsaron la candidatura de Mauricio Funes, un periodista independiente.
Mientras, Costa Rica salió del tradicional bipartidismo formado desde 1986 por el Partido de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana. Con la crisis interna de los socialcristianos, por denuncias de corrupción que llevaron a la cárcel a los ex presidentes Rafael Calderón y Miguel Ángel Rodríguez, y el desgaste que tuvo el oficialismo por la mala gestión de Laura Chinchilla, se abrió paso a un cambio. Si bien los partidos que forman el Foro de San Pablo, espacio donde participan partidos de izquierda gobernantes en la región, esperaban la victoria del ecologista del Frente Amplio José María Villalta, el triunfo fue para Luis Guillermo Solís, del Partido de Acción Ciudadana (PAC), que tras el abandono de la campaña electoral del oficialista Johnny Araya se allanó el camino para que gane con el 77% la segunda vuelta. Así, un partido que no proviene del calderonismo ni del liberacionismo podría impulsar una nueva orientación a este país, tendencialmente alineado a los Estados Unidos.
Otro país que optó por el cambio fue Panamá, que el 4 de mayo, Juan Carlos Varela, del Partido Panameñista, logró imponerse por el 39,1% (724.762 votos) al oficialista José Domingo Arias, de Cambio Democrático que obtuvo el 31,4% (581.828 votos), que era acompañado por Marta Linares, la señora del entonces presidente Ricardo Martinelli. El PAN es un partido de centro que abre una nueva tendencia en un país que tuvo un fuerte crecimiento, luego de la transferencia del Canal interoceánico, pero que en el futuro tendrá la competencia del que se construirá en Nicaragua.
Sudamérica sigue el mismo sendero. En el sur del continente, las elecciones sentenciaron a los mismos oficialismos con contiendas muy parejas. En Colombia, se realizaron nuevamente elecciones restringidas que vienen desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948. Si bien hay negociaciones para el ingreso de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) a la arena política, el camino es aún largo. Así, este país tuvo que elegir entre diferentes propuestas de derecha, donde si bien el 25 de mayo, en la primera vuelta resultó primero Óscar Iván Zuluada, el delfín del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, en el balotaje del 15 de junio, el presidente Juan Manuel Santos, del Partido de la U (Unidad Nacional), logró su reelección con el 50,95% de los votos. Si bien Colombia mantiene una cercanía a Estados Unidos y es un articulador de la Alianza del Pacífico, junto a Perú, Chile y México, también sostiene una relación de acuerdos con Venezuela y propicia el ingreso a la política de las FARC.
Durante octubre se desarrolló la última tanda de contiendas electorales. La más tranquila fue la del 12 de octubre, fecha simbólica para América latina, donde Evo Morales arrasó con el 62% de los votos y logró una reelección, ya que si bien asumió en 2006, al sancionarse una nueva constitución en 2009 se eliminó la República y fue elegido para conducir el Estado Plurinacional de Bolivia con el 64% de los sufragios. Lo interesante es que Morales ganó en ocho de los nueve departamentos bolivianos, incluso en Santa Cruz, bastión de la oposición. Así, el mandatario va camino a convertirse en el presidente que más tiempo ocupará la presidencia en Bolivia si cumple su mandato y alcanza los 14 años en el gobierno. Además, mantiene una articulación con Venezuela, Ecuador y Cuba, mediante el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), de la que también forman parte Nicaragua y otros países del Caribe. A su vez, tiene una estrecha relación con Argentina, vinculada a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y apoya las experiencias de Brasil y Uruguay, gobiernos que lograron la continuidad en confrontaciones de segunda vuelta con una fuerte polarización con la derecha de sus países.
En Brasil, la reelección de Dilma Rousseff tuvo un camino sinuoso, que pasó de un escenario favorable a otro altamente complejo. A principio de año, las encuestas daban una posible victoria de la mandataria en primera vuelta con una preferencia de votos superior al 45% y un triunfo seguro frente a cualquiera de los dos postulantes de ese entonces, el socialdemócrata Aécio Neves y el socialista Eduardo Campos. Pero la historia cambió vertiginosamente el 12 de agosto, con el fallecimiento de Campos y su reemplazo por la ecologista Marina Silva, quien en 2010 había logrado el 19% de los votos; el tablero mudó drásticamente porque las encuestas, con mucho empuje mediático, pronosticaron un escenario de empate técnico entre Dilma y Marina, y la campaña se reorientó.
Sin embargo, el peso territorial y organizativo del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) terminó sentenciando el segundo lugar para el tucano con la sorpresa de lograr, con el 33,55%, alcanzar el 6 de octubre más votos que en la elección anterior. Así se produjo la más fuerte de las contiendas, porque desde la embajada norteamericana, en alianza con el capital financiero y el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, propiciaron el apoyo de Marina Silva a Aécio Neves para la segunda vuelta, generando un escenario de empate técnico durante gran parte de la campaña para el balotaje. Con fuertes acusaciones por parte del tucano, acompañado de una sistemática campaña mediática, la polarización fue extrema, donde Dilma Rousseff logró su triunfo con un asfixiante 51,64%, unos 54 millones de votos frente a los 51 millones que logró Aécio el 26 de octubre pasado.
Ese mismo 26 de octubre, en Uruguay se disputó la primera vuelta, donde el Frente Amplio logró colocar en primer lugar a Tabaré Vázquez, con el 47,81% de los votos, debiendo enfrentar a Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, que alcanzó el 30,88% de los sufragios. Nuevamente, el escenario se polarizó entre el Frente Amplio y la alianza entre los blancos y colorados, porque Pedro Bordaberry del Partido Colorado decidió impulsar el apoyo al candidato nacional. Y si bien los medios intentaron instalar un empate técnico, la realidad superó la ficción y Tabaré Vázquez volvió a ser electo presidente el 30 de noviembre con el 56,62% de los apoyos.
Perspectiva 2015. Con el balance de las elecciones en 2014, el año electoral que se abre presenta escenarios complejos, dinámicos y cambiantes. Desde combinaciones explosivas de nuevas clases medias y vulnerables, con jóvenes críticos de prácticas tradicionales y potenciadas con la movilización que propician las redes sociales, generan un electorado volátil. Especialmente en Argentina, que es uno de los dos países que tiene elecciones presidenciales junto a Guatemala.
Si bien la presidenta Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tuvo muchas restricciones durante 2014, provocadas por la presión de los “fondos buitre” y la desaceleración internacional, el escenario devaluatorio e inflacionario pronosticado por agoreros neoliberales pareciera alejarse y abrir camino paulatino a una recuperación de reservas y desaceleración de precios, especialmente cuando venza la clausula RUFO (Rights Upon Future Offers) y se permita enfrentar a los especuladores en otras condiciones. Incluso, cabe señalar que Argentina recibió el apoyo de toda la región para sostener su propuesta de reestructuración de deuda. En cierta medida, lo que explica que la mandataria presenta un alto nivel de aceptación, que ronda el 45%, aunque constitucionalmente está impedida de ir a una nueva reelección en octubre de 2015.
En ese marco, los partidos opositores apuestan a marcar terreno desdoblando las elecciones. Así, la derecha liderada por Mauricio Macri del PRO (Propuesta Republicana) decidió mantener la elección local separada de la nacional, y ésta sucederá el 26 de abril. Y como el ingeniero no puede reelegir y aspira a una presentación nacional, también tendrá el desafío de lograr una sucesión, que se la disputan su incondicional Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, quien lidera las encuestas.  Sin embargo, al PRO se le presenta un problema, porque la fuerza de centroizquierda UNEN podría arrebatarle el gobierno local si elige una buena candidatura, que tendrá el espaldarazo del ex gobernador Hermes Binner, del Partido Socialista, fuerza que en alianza con el radicalismo gobierna la provincia desde 2007 e intentaran retenerla en elecciones desdobladas. Si bien Elisa Carrió impulsó una convergencia entre UNEN y el PRO, las críticas internas provocaron su alejamiento, al menos personal, y la alianza sería remota.
Por otra parte, también apuesta a desplazar al oficialismo el intendente de Tigre, Sergio Massa, quien logró una importante victoria en la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de 2013 y procura instalarse como alternativa al Frente para la Victoria. Sin embargo, le cuesta lograr un armado nacional y encuentra reticencias para alcanzar acuerdos con UNEN, incluso para apoyos en una virtual segunda vuelta.
Es que desde la presidencia se apuesta a ganar en primera vuelta, situación que se produciría si el oficialismo triunfa con el 45% de los votos afirmativos o con el 40% y una diferencia del 10% del segundo, situación que no sería imposible frente a los niveles de apoyo a la gestión. Por eso, aún no se define un candidato del espacio, más allá que las encuestas que señalan a Daniel Scioli con la mayor intención de votos, también hay otras propuestas que podrían dirimir con el gobernador de la provincia de Buenos Aires en las PASO, como el ministro Florencio Randazzo o el gobernador de Entre Ríos Sergio Uribarri. Lo cierto es que la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner jugará un rol importante en esta definición que sin duda será antes de octubre de 2015.
En tanto, otra elección presidencial que habrá en la región será en Guatemala, el 13 septiembre de 2015, y ya suenan los precandidatos presidenciales que hasta ahora son: Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada (Líder), quien lidera las encuestas con el 35%, y es seguido de lejos por Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), ex esposa del ex presidente Álvaro Colom, con un 11,5%, y Alejandro Sinibaldi, del Partido Patriota (PP) –quien figura como posible aspirante oficialista, aunque no ha dejado el gobierno, y ronda un 10% de intención de voto. También se postularían, en orden alfabético: Roberto Alejos, del partido Todos; Mario Estrada, de la Unión del Cambio Nacional (UCN); Roberto González, de Compromiso, Renovación y Orden (Creo), y Juan Gutiérrez, del Partido de Avanzada Nacional (PAN). No se descarta una fuerte polarización de segunda vuelta con resultados inciertos.
Legislativas y locales. En México, el 7 de junio de 2015 se elegirán 500 diputados del Congreso de la Unión, en un sistema mixto. Si bien no es una elección presidencial, las legislativas tendrán un peso importante por la crisis política que vive ese país. La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos, atacados por fuerzas parapoliciales al mando del ex alcalde de Guerrero, puso de relieve el accionar del narcotráfico sobre los poderes municipales. Se calcula que la desaparición de personas alcanza los 30 mil, a lo que se suman 80 mil muertos desde 1998. Lo que pone al gobierno de Enrique Peña Nieto en una profunda crisis política.
También se producirán elecciones legislativas en El Salvador y Venezuela. El FMLN deberá disputar la mayoría en el parlamento frente Arena el 1º de marzo de 2015. Además de los 84 diputados del Congreso Nacional, estarán en juego los 262 concejos municipales y 20 lugares para el Parlamento Centroamericano. En tanto que el oficialismo de Nicolás Maduro deberá sortear la renovación parlamentaria en una profunda crisis económica, provocada por la caída del precio del petróleo, lo que pone a la oposición en la posibilidad de quedarse con la mayoría en la Asamblea Nacional, más allá que el gobierno tiene todo un año para recuperarse, porque los comicios acontecerán en el último trimestre de 2015.
En tanto que en Bolivia, también el 1º de marzo de 2015, se realizarán las elecciones locales, donde se votarán los 9 gobernadores y los más de 330 alcaldes municipales. Siguiendo los resultados de las presidenciales de octubre pasado, se prevé un fuerte crecimiento de la representación oficial, lo que consolidaría a Evo Morales en el gobierno. A su vez, una elección que será bisagra en la historia de ese país es la que se producirá en Cuba, por la renovación de las autoridades, donde a mitad de año se deberían votar a 14.537 delegados a las Asambleas Municipales, quienes a su vez eligen una parte de los miembros de la Asamblea Nacional, que debería ser electa en su totalidad en diciembre de 2015. Sin duda, ante el nuevo escenario de relación con Estados Unidos, estas instancias quizá tengan nuevas reglas.
Reflexiones. Como síntesis podemos afirmar que el año electoral muestra una consolidación y extensión de las experiencias populares. Entran en un nuevo sendero Costa Rica y Panamá, y se mantienen los gobiernos en El Salvador, Bolivia, Uruguay y Brasil. A su vez, las experiencias del Ffmln, el Frente Amplio y el PT muestran la capacidad de generar relevos desde las propias fuerzas políticas y no depender de la centralidad de una figura carismática. Sin embargo, también muestran la fragilidad frente a la articulación de la oposición y al peso de los medios de comunicación, que tienden a apoyar al poder concentrado. Sin duda es una agenda prioritaria para estos países.
En momentos en que se cumplen 10 Años de la Cumbre de Mar del Plata que marcó un punto de inflexión en la región, sacándola de las políticas neoliberales de ajuste y exclusión, impulsando un modelo de inclusión y garantía de derechos, la región se encuentra en una nueva etapa. En un contexto de retracción de la economía mundial y la desaceleración del crecimiento en América latina, los gobiernos populares tienen el desafío de impulsar nuevas políticas luego de una década de gobierno. Los países latinoamericanos deberán profundizar sus lazos de integración, impulsando su capacidad de desarrollo y compensando la crisis de demanda de los países centrales y la primarización que propicia la relación con China, país al que se está reorientando la región. El continente en sí necesita encontrar un motor de crecimiento que posibilite su crecimiento autónomo e independiente.
Durante los primeros mandatos mostraron la capacidad de gobierno y los segundos períodos el impulso a la redistribución económica, resta ahora generar marcos que propicien transformaciones estructurales que logren un cambio de fondo. Ese es el gran reto que se les presenta también al resto de los gobiernos del continente que durante 2015 y 2016 deberán revalidar sus proyectos, entre los que se encuentra la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner como referencia central en la región.

Comentarios

jfc ha dicho que…
buenas gestiones mas que bonanza per se, y a pesar de los ébola que no descansan y buscan morder y chupar la sangre de las mayorías
http://www.infobae.com/2014/12/26/1617408-una-ciudad-los-eeuu-demanda-petrobras-y-sus-ejecutivos-las-perdidas-los-bonos
http://www.infobae.com/2014/12/26/1617465-el-petroleo-cayo-fuerte-y-sondeo-precios-minimos-cinco-anos
además esta acción contra el precio del petróleo, ataca al sueño de constituir el BRICS,
y sólo para mantener prerrogativas como las de los jeques árabes(algo conocidas) o las de los clubes secretos (tipo el Bilderberg, menos conocidas) y si logran con sus millones mayor sobrevida, igualmente pereceran y las mortajas no tienen bolsillos, sorry

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