Cumbre de estudiantes del continente en Managua
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Cumbre de estudiantes del continente en Managua
Año 7. Edición número 327. Domingo 24 de agosto de 2014
En coincidencia con la celebración del 35º aniversario de la Revolución Sandinista y el centenario del movimiento estudiantil nicaragüense, se celebró en la capital de Nicaragua durante la semana pasada el XVII Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes.
XVIIº Congreso Latinoamericano de Estudiantes en Nicaragua.
Hasta ayer, la ciudad de Managua, en Nicaragua, congregó a más de cuatro mil estudiantes provenientes desde el río Bravo hasta la Patagonia, que participaron del XVII Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), pertenecientes a más de 70 organizaciones estudiantiles de casi 30 países del continente y del mundo, entre ellas Venezuela, Bolivia, Brasil, Puerto Rico, Costa Rica, Panamá, México, Honduras, Ecuador, Guatemala, Canadá, Estados Unidos, Perú, Colombia, Uruguay, Argentina, Paraguay, Cuba, Haití, El Salvador, Belice, Jamaica, República Dominicana, Palestina, Israel.
El domingo pasado, el mismo presidente Daniel Ortega estuvo en la inauguración del evento, que comenzó a recibir las delegaciones de los diferentes países, las que empezaron sus deliberaciones durante el martes 20 de agosto, momento en que realizaron un homenaje a Hugo Chávez, creando un tribunal antiimperialista, espacio donde se analizarán las acciones contra la autonomía de los pueblos de América.
Además del presidente Ortega, el evento contó con importantes personalidades internacionales, como la del periodista Ignacio Ramonet; la ex senadora colombiana Piedad Córdoba; y el ex presidente de Honduras José Manuel Zelaya, entre otros. Incluso, tuvieron un panel de debate sobre los desafíos que tiene hoy la Patria Grande, con figuras como el secretario general del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador, el comandante Milton Méndez; la secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; y el vicepresidente para el Área Social de Venezuela, Héctor Rodríguez.
Previo a las deliberaciones, las delegaciones desde el domingo visitaron diferentes sitios históricos, como las ciudades coloniales de León y Chinandega, a 90 kilómetros al noroeste de Managua y a 45 kilómetros al sur de la capital, respectivamente. Actividad entendida como un acercamiento a la identidad cultural de ese país. Por la noche del martes 20 de agosto, la arteria principal de Managua, Avenida de Bolívar a Chávez, fue el epicentro de los miles de estudiantes, nicaragüenses y latinoamericanos que se agolparon en un gran escenario para cantarle al Gigante de América latina, en una noche que tuvo grupos musicales como Mancotal, América Vive y Manifiesto Urbano.
Durante seis días, en debates grupales y plenarios, con paneles y conferencias, las participantes abordaron una infinidad de temas, que tuvieron como eje reflexivo la comprensión de un siglo de cambios desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad. En ese marco, discutieron la crisis del capitalismo, la lucha antiimperialista, la unidad latinoamericana y caribeña, y las alternativas de los pueblos y los trabajadores.
Ante la prensa, el presidente saliente de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), Ricardo Guardia dijo: “Este congreso constituye un momento muy importante para la construcción de la unidad necesaria del movimiento estudiantil latinoamericano, para elevar la calidad de los debates que estamos desarrollando a nivel de nuestros movimientos y entender la tarea de lucha, evaluar, discutir y ser parte de la obra que está viviendo América latina y el Caribe”.
En tanto que el titular de la organización anfitriona, Calixto French, de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEM), comentó: “Nosotros esperamos asentar una posición única sobre la educación que queremos en Latinoamérica, queremos un sistema de gobierno que nos represente, como el que tenemos hoy, donde la educación ocupa una de las prioridades, es lo que pretendemos como trasfondo del congreso”. A su vez, ambos destacaron que en el encuentro los participantes buscarán acciones conjuntas para contribuir y avanzar en la unidad del movimiento estudiantil y la inserción en los nuevos conceptos de integración.
La delegación argentina puso un debate propio en la agenda del CLAE. Es que participaron la Federación Universitaria Argentina, encabezada por Franja Morada acompañada por el massismo, entidad miembro de la OCLAE, y la FUA de los estudiantes, representada por su secretario general, Leonardo Moyano. En conversación con su presidente, Joaquín Cortez comentó a Miradas al Sur: “Además de solicitar el reconocimiento en la entidad, se impulsó una declaración de apoyo a los foros por la democratización universitaria para cambiar la Ley de Educación Superior, sancionada durante el menemismo, y especialmente se logró un apoyo de solidaridad contra la embestida de los fondos buitre contra la Argentina”.
OCLAE, medio siglo de luchas. Heredera de la Reforma Universitaria del ’18 extendida continentalmente, la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes nació en Cuba, el 11 de agosto de 1966, durante el IV CLAE, con el voto de 23 organizaciones estudiantiles de Latinoamérica, a las que se sumarían posteriormente las federaciones caribeñas. Actualmente representa a 36 federaciones estudiantiles en la región, principalmente de nivel universitario pero también de secundaria y posgrado, de 23 países del continente americano, con más de 100 millones de miembros.
La Oclae expresa a un sujeto social en América latina de alto protagonismo desde la misma emancipación americana, con los jóvenes de Chuquisaca, que tuvieron una participación destacada en los procesos de independencia, pasando por la lucha en la conquista de derechos a lo largo del siglo XX, y teniendo como punto épico la Reforma Universitaria en Córdoba, que desde el manifiesto liminar de ese solsticio de invierno del ’18 cambiaría la concepción de universidad de continente y daría un modelo democrático de educación superior casi único en el mundo.
Así, desde los años ’20, en las diferentes décadas, las banderas de lucha de las organizaciones estudiantiles latinoamericanas tendrán como bandera el cogobierno, la autonomía, la cátedra libre, la integración latinoamericana, entre otros principios que forman un programa que marcó historia de oposición a los regímenes dictatoriales y pro imperialistas del continente a lo largo del siglo XX. Cabe citar momentos históricos como la celebración de un congreso en 1948 en Bogotá, en plena crisis del Bogotazo, donde los estudiantes sufrieron una represión sangrienta tras el asesinato del líder progresista Jorge Eliécer Gaitán. En este evento participó ni más ni menos que Fidel Castro Ruz, el futuro referente de la Revolución Cubana de 1959.
Desde su fundación, en 1966, hasta la actualidad, participó en diferentes luchas políticas en el continente, tanto a través de sus representaciones estudiantiles como en Oclae en forma directa, como las movilizaciones contra el ALCA durante el año 2005, en las mismas calles de Buenos Aires y Mar del Plata, reafirmando su identidad antiimperialista y americanista, y reivindicando su lucha contra el neoliberalismo y la defensa de la educación pública, laica, gratuita y de alta calidad.
El domingo pasado, el mismo presidente Daniel Ortega estuvo en la inauguración del evento, que comenzó a recibir las delegaciones de los diferentes países, las que empezaron sus deliberaciones durante el martes 20 de agosto, momento en que realizaron un homenaje a Hugo Chávez, creando un tribunal antiimperialista, espacio donde se analizarán las acciones contra la autonomía de los pueblos de América.
Además del presidente Ortega, el evento contó con importantes personalidades internacionales, como la del periodista Ignacio Ramonet; la ex senadora colombiana Piedad Córdoba; y el ex presidente de Honduras José Manuel Zelaya, entre otros. Incluso, tuvieron un panel de debate sobre los desafíos que tiene hoy la Patria Grande, con figuras como el secretario general del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador, el comandante Milton Méndez; la secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; y el vicepresidente para el Área Social de Venezuela, Héctor Rodríguez.
Previo a las deliberaciones, las delegaciones desde el domingo visitaron diferentes sitios históricos, como las ciudades coloniales de León y Chinandega, a 90 kilómetros al noroeste de Managua y a 45 kilómetros al sur de la capital, respectivamente. Actividad entendida como un acercamiento a la identidad cultural de ese país. Por la noche del martes 20 de agosto, la arteria principal de Managua, Avenida de Bolívar a Chávez, fue el epicentro de los miles de estudiantes, nicaragüenses y latinoamericanos que se agolparon en un gran escenario para cantarle al Gigante de América latina, en una noche que tuvo grupos musicales como Mancotal, América Vive y Manifiesto Urbano.
Durante seis días, en debates grupales y plenarios, con paneles y conferencias, las participantes abordaron una infinidad de temas, que tuvieron como eje reflexivo la comprensión de un siglo de cambios desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad. En ese marco, discutieron la crisis del capitalismo, la lucha antiimperialista, la unidad latinoamericana y caribeña, y las alternativas de los pueblos y los trabajadores.
Ante la prensa, el presidente saliente de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), Ricardo Guardia dijo: “Este congreso constituye un momento muy importante para la construcción de la unidad necesaria del movimiento estudiantil latinoamericano, para elevar la calidad de los debates que estamos desarrollando a nivel de nuestros movimientos y entender la tarea de lucha, evaluar, discutir y ser parte de la obra que está viviendo América latina y el Caribe”.
En tanto que el titular de la organización anfitriona, Calixto French, de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEM), comentó: “Nosotros esperamos asentar una posición única sobre la educación que queremos en Latinoamérica, queremos un sistema de gobierno que nos represente, como el que tenemos hoy, donde la educación ocupa una de las prioridades, es lo que pretendemos como trasfondo del congreso”. A su vez, ambos destacaron que en el encuentro los participantes buscarán acciones conjuntas para contribuir y avanzar en la unidad del movimiento estudiantil y la inserción en los nuevos conceptos de integración.
La delegación argentina puso un debate propio en la agenda del CLAE. Es que participaron la Federación Universitaria Argentina, encabezada por Franja Morada acompañada por el massismo, entidad miembro de la OCLAE, y la FUA de los estudiantes, representada por su secretario general, Leonardo Moyano. En conversación con su presidente, Joaquín Cortez comentó a Miradas al Sur: “Además de solicitar el reconocimiento en la entidad, se impulsó una declaración de apoyo a los foros por la democratización universitaria para cambiar la Ley de Educación Superior, sancionada durante el menemismo, y especialmente se logró un apoyo de solidaridad contra la embestida de los fondos buitre contra la Argentina”.
OCLAE, medio siglo de luchas. Heredera de la Reforma Universitaria del ’18 extendida continentalmente, la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes nació en Cuba, el 11 de agosto de 1966, durante el IV CLAE, con el voto de 23 organizaciones estudiantiles de Latinoamérica, a las que se sumarían posteriormente las federaciones caribeñas. Actualmente representa a 36 federaciones estudiantiles en la región, principalmente de nivel universitario pero también de secundaria y posgrado, de 23 países del continente americano, con más de 100 millones de miembros.
La Oclae expresa a un sujeto social en América latina de alto protagonismo desde la misma emancipación americana, con los jóvenes de Chuquisaca, que tuvieron una participación destacada en los procesos de independencia, pasando por la lucha en la conquista de derechos a lo largo del siglo XX, y teniendo como punto épico la Reforma Universitaria en Córdoba, que desde el manifiesto liminar de ese solsticio de invierno del ’18 cambiaría la concepción de universidad de continente y daría un modelo democrático de educación superior casi único en el mundo.
Así, desde los años ’20, en las diferentes décadas, las banderas de lucha de las organizaciones estudiantiles latinoamericanas tendrán como bandera el cogobierno, la autonomía, la cátedra libre, la integración latinoamericana, entre otros principios que forman un programa que marcó historia de oposición a los regímenes dictatoriales y pro imperialistas del continente a lo largo del siglo XX. Cabe citar momentos históricos como la celebración de un congreso en 1948 en Bogotá, en plena crisis del Bogotazo, donde los estudiantes sufrieron una represión sangrienta tras el asesinato del líder progresista Jorge Eliécer Gaitán. En este evento participó ni más ni menos que Fidel Castro Ruz, el futuro referente de la Revolución Cubana de 1959.
Desde su fundación, en 1966, hasta la actualidad, participó en diferentes luchas políticas en el continente, tanto a través de sus representaciones estudiantiles como en Oclae en forma directa, como las movilizaciones contra el ALCA durante el año 2005, en las mismas calles de Buenos Aires y Mar del Plata, reafirmando su identidad antiimperialista y americanista, y reivindicando su lucha contra el neoliberalismo y la defensa de la educación pública, laica, gratuita y de alta calidad.
Perspectivas de la Universidad en América Latina. La Oclae decidió celebrar el XVII en CLAE en Managua por diversos motivos. En primer lugar porque se celebra el centenario del movimiento estudiantil nicaragüense y el 50º aniversario de la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES), junto al 35º aniversario de la Revolución Popular Sandinista. En ese marco, la organización continental iniciará la cuenta regresiva para la celebración de sus 50 años de vida.
En ese sentido, cabe reflexionar sobre la situación de las universidades latinoamericanas luego de la embestida neoliberal de los ’90. En algunos países, el proceso privatizador se sintió con fuerza, como en Chile o Colombia, donde los estudiantes luchan por ampliar el acceso y la gratuidad en la enseñanza. En otros, como Brasil, que partía de una estructura elitizada y excluyente, desde 2003 se vive un proceso de masificación, donde se pasó de 3 a 6 millones de estudiantes con la creación de 14 nuevas universidades y la proliferación de becas y ayudas para el cursado de carreras universitarias. Incluso en ese país, lograron la sanción de un compromiso por el 10% del PBI de objetivo para gastos en educación.
A su vez, la Argentina también invirtió su matriz de inversión, pasando del 2% destinado a educación y 6% destinado a deuda externa, en 2001, al 6% al área y tanto sólo 2% al pago del endeudamiento en 2013. Y en la misma línea, desde 2003, se crearon diez nuevas universidades. En el caso venezolano, también se presentan importantes transformaciones, como la creación de universidades, la eliminación de requisitos de ingreso y la municipalización y descentralización de la educación superior a través de la Misión Sucre. En tanto que Ecuador y Bolivia están encarando un proceso de profunda transformación de la educación superior, especialmente reorientando sus objetivos de formación mercantil hacia lo social. Estos casos ejemplifican una agenda compleja para el movimiento estudiantil latinoamericano que intenta ser protagonista en la historia de la liberación de los pueblos del continente.
En ese sentido, cabe reflexionar sobre la situación de las universidades latinoamericanas luego de la embestida neoliberal de los ’90. En algunos países, el proceso privatizador se sintió con fuerza, como en Chile o Colombia, donde los estudiantes luchan por ampliar el acceso y la gratuidad en la enseñanza. En otros, como Brasil, que partía de una estructura elitizada y excluyente, desde 2003 se vive un proceso de masificación, donde se pasó de 3 a 6 millones de estudiantes con la creación de 14 nuevas universidades y la proliferación de becas y ayudas para el cursado de carreras universitarias. Incluso en ese país, lograron la sanción de un compromiso por el 10% del PBI de objetivo para gastos en educación.
A su vez, la Argentina también invirtió su matriz de inversión, pasando del 2% destinado a educación y 6% destinado a deuda externa, en 2001, al 6% al área y tanto sólo 2% al pago del endeudamiento en 2013. Y en la misma línea, desde 2003, se crearon diez nuevas universidades. En el caso venezolano, también se presentan importantes transformaciones, como la creación de universidades, la eliminación de requisitos de ingreso y la municipalización y descentralización de la educación superior a través de la Misión Sucre. En tanto que Ecuador y Bolivia están encarando un proceso de profunda transformación de la educación superior, especialmente reorientando sus objetivos de formación mercantil hacia lo social. Estos casos ejemplifican una agenda compleja para el movimiento estudiantil latinoamericano que intenta ser protagonista en la historia de la liberación de los pueblos del continente.
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