A Dilma le preocupa Caracas
A Dilma le preocupa Caracas
Año 6. Edición número 242. Domingo 6 de enero de 2013
Brasil - Venezuela.
La presidenta Dilma Rousseff monitorea al minuto la evolución de la salud del mandatario venezolano Hugo Chávez. Lo hace a través de médicos brasileños y cubanos que reportan su cuadro clínico y a su vez se comunica telefónicamente con el vicepresidente Nicolás Maduro, a cargo de la presidencia, quien oportunamente le aseguró que el presidente se está recuperando.
Al enterarse que Hugo Chávez tenía cáncer, Dilma Rousseff le ofreció tratarse en el Hospital Sirio-Libanés de San Pablo, lugar donde se trató ella misma, el ex presidente Ignacio Lula Da Silva y el mandatario de Paraguay Fernando Lugo. Más allá de este vínculo personal, también hay una fuerte relación política.
Es que Brasil fue uno de los principales gestores del ingreso de Venezuela al bloque del Mercosur, donde el intenso trabajo técnico de Marco Aurelio García permitió generar las condiciones para lograr el ingreso. Por eso, no escapa a este asesor de la presidencia en temas internacionales, las implicancias de un cambio político en ese país. De hecho, a mediados de diciembre, García consideraba inminente una salida de Hugo Chávez del poder por su situación de salud y, en tal sentido, elogió la elección de Nicolás Maduro como candidato a vicepresidente, quien luego sería apuntado como su sucesor.
Por eso, Dilma también sigue paso a paso la situación interna de Venezuela, recibiendo información sobre los movimientos políticos en ese país, por lo que consideró importante el triunfo del Partido Socialista Unido de Venezuela, que reafirmó y extendió su poder electoral, en plena intervención quirúrgica de Hugo Chávez y con la conducción de Nicolás Maduro, lo que podría contribuir a la estrategia de Brasilia de afianzar la calma política en un país donde la oposición busca instalar la idea de acefalia para forzar un nuevo llamado a elecciones.
Al no ser elegido por el pueblo y designado, el vicepresidente no tiene las facultades totales del ejecutivo. Por eso, los opositores a Chávez citan el artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece una convocatoria a una elección ante una falta absoluta en los primeros años de mandato, sosteniendo que esto se produciría si no reasume la presidencia. Pero se olvidan de observar el artículo 234, que las faltas temporales del presidente se otorgan por noventa días y son prorrogables por la misma cantidad por la Asamblea Nacional, y aún así, puede considerar o no una falta absoluta su ausencia y conveniencia de convocatoria a elecciones. Por eso, mientras el comandante viva, la pelota sigue en manos del PSUV.
Sin embargo, la derecha venezolana insiste en un desgaste psicológico con la instalación de un deterioro de la salud de Chávez. Por su parte, Nicolás Maduro regresó a Venezuela y sostuvo en una conferencia de prensa que es la oposición que está creando campañas falsas sobre la salud del presidente y cargó contra Ramón Guillermo Aveledo (secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática), a quien responsabilizó de las campañas iniciadas en las redes sociales.
Incluso, las acciones mediáticas se trasladan a otros medios monopólicos, como el caso de la Folha de San Pablo, donde el periodista Kennedy Alencar, alegando tener fuentes confidenciales del Palacio de Planalto, sostuvo que Rousseff y sus colaboradores están (ni siquiera un prudente “estarían”) trabajando en evitar que los grupos chavistas organicen un boicot a eventuales comicios, en caso que Chávez no pueda asumir su nuevo mandato. Las declaraciones de Alencar regaron las redes informativas que citaban un comentario radiofónico, donde afirmaba que la mandataria brasileña pretende “garantizar la transición democrática”, por lo que “inició un trabajo de articulación con otros países para garantizar la normalidad institucional” en Venezuela, en una hipotética era pos Chávez.
El periodista de la Folha de San Pablo fue desmentido por Marco Aurelio García, quien afirmó que “Brasil está preocupado con la salud del presidente venezolano, Hugo Chávez, pero no evalúa que haya posibilidades de un quiebre institucional en el país vecino” en una entrevista a “Opera Mundi”. A su vez, García sostuvo que “la propia entrada de Venezuela al Mercosur, el año pasado, es un factor de garantía de que no habrá ruptura institucional en ese país”.
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