Dilma prefiere militares para el Mundial
Dilma prefiere militares para el Mundial
A pedido de Dilma Rousseff, el ministro de Defensa brasileño, Celso Amorin, firmó una ordenanza publicada en el Boletín Oficial, que autoriza el empleo de las FF.AA. en la coordinación de la defensa y seguridad de áreas prioritarias de los megaeventos que ocurrirán en Brasil, que van desde la Copa Confederaciones en 2013, la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2016. Incluso, actuarán durante la visita del Papa Benedicto XVI, que acontecerá el año próximo en la Jornada Mundial de Juventud en Río de Janeiro. Esta decisión de prescindir de las policías militares y optar por las FF.AA. para realizar la custodia de estos encuentros se debe al comportamiento que tuvieron las fuerzas estaduales, tanto en los carnavales, que realizaron huelgas en algunos estados y en otros amenazaron, y por el mal desempeño que tuvieron en Río de Janeiro durante la Cumbre Río+20, donde hubo un intento fallido de una protesta policial, lo que colmó la paciencia de Rousseff. La ordenanza autoriza a los militares a “realizar la planificación y empleo temporario de FF.AA. para actuar en áreas de defensa aeroespacial, control del espacio aéreo, defensa marítima, fluvial y portuaria, seguridad y defensa cibernética, defensa antiterrorista, de fiscalización de explosivos, fuerzas de contingencia de defensa contra agentes químicos, biológicos, radiológicos o nucleares y en acciones complementarios, cuando fuera el caso, en todas las ciudades que serán sede de los grandes eventos”, responsabilidad que excede a las fuerzas estaduales. A su vez, tal como prevé la Constitución brasileña, las leyes complementarias 97 y 118, y el decreto n° 3.897, de 2001, cuando los militares son empleados en seguridad pública, los órganos estaduales son coordinados por éstos, lo que implica la asignación de oficiales para planificar, ejecutar y controlar las finanzas destinadas por el gobierno al Ministerio de Defensa para la seguridad de estos encuentros internacionales, especialmente el de los Juegos Olímpicos, estimado en mil millones de dólares. Esta decisión incómoda profundamente a los integrantes de la Policía Federal y de las secretarías estaduales de Seguridad, porque las fuerzas locales esperaban heredar el equipamiento que daba ese presupuesto y ahora no contarán con ese legado. Por eso, los secretarios de Seguridad de los 12 estados donde se desarrollarán los eventos evalúan la posibilidad de divulgar un manifiesto, solicitando que la coordinación de la Seguridad quede en el Ministerio de Justicia, responsable de la Policía Federal y de las Terminales de Micros a nivel federal. Por su parte, las Fuerzas Armadas se aprestan a asumir la coordinación. El Ejército indicará un General para coordinar la defensa terrestre; lo propio hará la Aeronáutica con un Brigadier para la defensa aérea; en tanto la Marina tendrá un Almirante coordinando apoyó en el puerto de Salvador-Bahía.
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