La sintonía fina de Dilma
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A pesar de sus altos niveles de popularidad, la Presidenta Dilma Rousseff no se toma descanso. El respaldo del que goza su figura es del 64%, según una encuesta de Data Folha, consultora ligada al diario Folha de Sao Paulo, que la posicionan bien para encarar la contienda electoral de octubre. Por eso, ahora hace “sintonía fina” en su gobierno, y para recuperar el crecimiento económico se propone bajar la tasa de interés e impulsar el empleo como iniciativa ante los problemas que acechan su gestión.
Ante la desaceleración de la economía, Rousseff considera como prioridad de gobierno la necesidad de bajar la tasa de interés bancaria. Por eso, por decreto modificó las reglas de las cajas de ahorro nacionales que datan del siglo XIX, para impulsar que caigan los costos financieros en los próximos meses. Desde la emancipación de Portugal, las cajas de ahorro pagan un piso de 6% de retorno por el depósito, elevando así el precio de los préstamos por encima de ese nivel. En tal sentido, el Ministro de Hacienda Guido Mantega aseguró a la prensa: “Para reducir los costos financieros y las tasas de interés sobre el crédito, que aún están muy altos, tenemos que liberar nuestro sistema al hacer esta modificación a las cuentas de ahorro”.
Sin duda, es una medida osada la que dio Dilma Rousseff, teniendo presente que intentos anteriores fracasaron. Cabe recordar que la tentativa de congelar las cuentas de ahorro que realizó el ex Presidente Fernando Collor de Melo, a principios de 1990, potenció su caída por corrupción. Y, sin ir más lejos, Luiz Inácio Lula da Silva desechó una propuesta en 2009 ante el malestar público que generaba. Si bien la medida ya está en vigencia desde este viernes, el Congreso de Brasil deberá ratificarla en un plazo de 120 días, una aprobación que no está segura en el contexto de las elecciones municipales y las tensiones por el veto de la Ley de Código Forestal que realizaría Dilma.
Es que el texto sancionado por Senadores en 2011, que tenía apoyo de Rousseff, hace una semana fue modificado por la Cámara de Diputados, volviendo a introducir varios puntos rechazados oportunamente en la primera sanción por ese cuerpo. Un tema crucial es la amplia amnistía para los hacendados que durante las últimas décadas deforestaron zonas prohibidas, violando claramente normativa vigente. El veto presidencial estaría acompañado con el apoyo de organizaciones ambientalistas que lanzaron la campaña Veta Dilma, en reclamo de esa absolución.
Si bien el veto estaría en marcha, el dato político es que Dilma Rousseff vuelva a tener una derrota en el Parlamento, no sólo por los lobbistas rurales, sino también por el desplante de parte de su principal partido de coalición, el Pmdb –Partido del Movimiento Democrático Brasileño–, que a través de Paulo Piau introdujo las modificaciones que llevarían al veto el texto sancionado.
Por otra parte, como intento de fortalecer su gabinete, que se ha visto diezmado ante ministros acusados de corrupción, el Ministerio de Trabajo decidió designar a Carlos Daudt Brizola Neto, de 34 años, quien es nieto de Leonel Brizola (Fundador del Partido Democrático Laborista, nueva denominación del legendario Partido Trabalhista) y sobrino-nieto de Joao Gouart, ex Presidente que fue derrocado por los militares para imponer una dictadura de 21 años, entre 1964-1985.
En su discurso de asunción, Brizola Neto afirmó que el desarrollo sin justicia social es imposible. “No tenemos en la historia un solo ciclo de desarrollo económico en que experimentáramos un avance social que incorporó a más de 40 millones de brasileños a la vida moderna”, afirmó el Ministro, elogiando la economía actual.
Brizola Neto asume el cargo que quedó cuatro meses vacante luego de la renuncia de Carlos Lupi, y si bien son del mismo partido, el PDT, el nombramiento cuenta con el apoyo de la Central Única de Trabajadores (CUT) y Fuerza Sindical, las principales centrales sindicales. Además, se hizo simbólicamente el 1º de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, punto que marca un intento de una reafirmación de su relación con el movimiento obrero.
La sintonía fina de Dilma
Año 5. Edición número 207. Domingo 6 de mayo de 2012
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