Globalifóbicos. La mayor cita anticapitalista global tuvo mucho color y festividad.
El FSM de Porto Alegre realizó un sesudo análisis de la crisis capitalista y preparó una agenda para la cumbre de Río+20.
Concluye, hoy, la edición temática del Foro Social Mundial (FSM), un espacio que a lo largo de la primera década del milenio dio base para sustentar su lema “Otro mundo es posible”. Esta vez, el tema de convocatoria fue la “Crisis capitalista y la Justicia Social y Ambiental”, teniendo como marco la debacle de la economía europea y siendo antesala de la cumbre de Río+20.
El evento pudo seguirse on line, como los paneles centrales, seminarios o talleres, incluso eventos nacionales, como el Encuentro Brasileño de Secretarios de Medio Ambiente, o internacionales, como el Foro Mundial de Educación. Un ejemplo fue la mesa en la que participó el sociólogo Emir Sader, junto al ex prefeito de Porto Alegre Raúl Pont y la feminista Renata Tica Moreno.
En dicha mesa de debate, el intelectual Emir Sader afirmó: “El Estado es un espacio de una verdadera disputa entre una esfera mercantil y una esfera pública, y el Presupuesto Participativo es un instrumento importante para recuperar el Estado para la esfera pública. Es la creación democrática más importante desde la redemocratización”. En tanto que Tica Moreno agregó: “El Presupuesto Participativo puede generar una influencia sobre el Estado por encima de los partidos políticos, da un potencial a la Sociedad Civil”. A lo que sumó Pont: “Cualquier manual de ciencia política dice que los partidos políticos permiten la selección de representantes, pero se olvidan que también es deber de los ciudadanos controlarlos”.
Sin duda, el dato político fue la presencia la presidenta Dilma Rousseff, quien priorizó este encuentro frente al Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, en Suiza, evento antagónico al FSM y al que mandó sólo al ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, y al de Desarrollo, Industria y Comercio, Fernando Pimentel. En tanto que en Porto Alegre, no sólo participaron siete ministros (Sec. General de la Presidencia, Gilberto Carvalho; Derechos Humanos, María do Rosario; Medio Ambiente, Izabella Teixeira; Desarrollo Social y Combate al Hambre, Tereza Campello, Políticas para las Mujeres, Iriny Lopez; Agricultura, Mendes Ribeiro, y Promoción de la Igualdad Racial, Luiza Helena Barrios), sino que además estuvo en un evento en el micro estadio del Inter ante miles de participantes.
Y el Foro Social Temático 2012 no sólo eclipsó al FME de Davos, sino que ahora se propone contraponer una agenda a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, el Río+20. Para eso, convocaron a una Cumbre de los Pueblos en el Río+20 por la Justicia Social y Ambiental, que ocurrirá durante el 15 al 23 de junio de este año, en el Aterro del Flamengo, en Río de Janeiro. Allí, la sociedad civil global, organizaciones colectivas y movimiento sociales impulsarán una forma de vivir en el planeta, en solidaridad, contra la mercantilización de la naturaleza y la defensa de los bienes comunes.
El diplomático boliviano Pablo Solón asumió la voz cantante de los movimientos sociales del FSM. Reconocido defensor del medio ambiente y activista global, que salió al cruce de la intención de incorporar el concepto de “economía verde” en las propuestas de Río+20. Entiende que: “Eso convertirá a la naturaleza en una mercancía y llevará a la privatización del medio ambiente”. En tal sentido, propuso al FSM iniciar una “campaña mundial contra la economía verde”.
Algunas conclusiones del FSM las dio el politólogo Bonaventura dos Santos, quien sostuvo que “el Foro cumplió ampliamente su misión. Ahora tenemos en el continente latinoamericano las luchas sociales más avanzadas, luchas anticapitalistas, con gobiernos progresistas en varios países, muchos de ellos como emanaciones de movimientos sociales, donde existen reivindicaciones para la construcción de un futuro anticapitalista o post-capitalista. Somos el único continente donde se habla de socialismo, ‘socialismo del siglo XXI’ en Venezuela, ‘socialismo comunitario’ en Bolivia o ‘socialismo ciudadano’, en Ecuador, eso sin duda es un avance”.
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