Pedido a la Presidenta - Reconocimiento a Mariano Moreno
Un
reconocimiento al Dr. Mariano Moreno
Las reflexiones
políticas del joven revolucionario lo ameritan para ser considerado el primer
politólogo argentino.
“mis discursos no llevan
otro fin que excitar los de aquellos que poseen grandes conocimientos - Mariano
Moreno”
Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM –
Asociación
Civil Mariano Moreno
Durante
la Revolución
de Mayo, Mariano Moreno sostenía la existencia de una “sublime ciencia que trata
del bien de las naciones”. En un escrito titulado “Sobre las miras del Congreso
que acaba de convocarse”, el jacobino se preocupaba más por lo que iban a votar
los congresales, que por cómo lo iban a hacer. En su reflexión estaba presente
la búsqueda de un gobierno construido en la plena libertad basada en la
igualdad. Sin duda, las reflexiones políticas del joven revolucionario lo
ameritan para ser considerado el primer politólogo argentino.
Si
quedan dudas, basta salirse de la corta mirada que atribuye a Moreno unos pocos
meses de actividad política. Desde sus estudios, en la convulsionada
Universidad de Chuquisaca, la explotación que recibían los indígenas despertó
su mirada crítica y centró sus investigaciones en realizar una tesis para la
defensa de sus derechos. Por eso,
“Disertación Jurídica. Sobre el servicio personal de los indios en
general (1802)” es un llamado a la
Igualdad.
Comprendiendo
los cambios de su época, con la expansión del capitalismo y las revoluciones
burguesas, detalló el impacto que tuvo la llegada de los británicos a la
ciudad, en “Sobre la invasión de Buenos Ayres (1806) y además, de defender el
libre cambio (contra el proteccionismo imperial español) en “Representación de
los Hacendados -1809-”, sostenía la necesidad de pensar nuevos marcos
tributarios y organizativos, incipientes para una nueva relación internacional,
donde subyace la necesidad de independizarse de España.
Al avanzar en
la osadía de constituir la Junta
de Gobierno, ese 25 de mayo de 1810, su participación en la misma estuvo
centrada de dar forma a un proyecto de país. Como citamos, en “Sobre las miras
del Congreso”, sostuvo imperiosamente la necesidad de redactar una constitución
y avanzar en un Estado Independiente. Pero no cualquier institución, sino una
república con las mejores leyes, donde convocaba a pensarla. En ese texto
decía: “mis discursos no llevan otro fin que excitar los de aquellos que poseen
grandes conocimientos”.
Un nuevo
Estado con democracia basado en la igualdad, como lo impulsa en el “Prólogo al
Contrato Social de Rousseau”, y sostenido en la libertad, tal como lo
desarrolla en “Plan de Operaciones”, donde diseña una propuesta para la
emancipación de las provincias del Río de la Plata. Además , ese gobierno debía
garantizar la publicidad de sus actos de gobierno (“La Gaceta de Buenos Ayres).
Por ese medio, divulgó la necesidad de propiciar educación y cultura (Fundación
de la Biblioteca Nacional ),
garantizar la pluralidad de voces (Sobre la Libertad de Escribir) y la base de la igualdad
(Sobre la supresión de los honores del Presidente).
A pesar de la
profundidad de sus reflexiones, durante años se dejaba a Mariano Moreno como
una simple figurita del Billiken o cuanto mucho como el impulsor del
periodismo, militante por cierto. Quizás, para los liberales era demasiado
jacobino o para los revisionistas era excesivamente librecambista, lo que
provocó cierta ausencia en las citas y reivindicaciones políticas. Sin embargo
como la historia se reinterpreta en el presente, Mariano Moreno está inspirando
los discursos de los gobernantes contemporáneos.
De hecho, en
el marco del Bicentenario, la misma Presidenta destacó como aporte de Moreno
sus reflexiones sobre Igualdad. Según ella: “muchos podrían repetirlas sin
omitir una sola coma”. A su vez, como base de ese legado, sostuvo “Siempre
hablamos de la igualdad de oportunidades. Aprendimos en estos 200 años de
historia que igualitarismo es algo diferente a la igualdad de oportunidades”.
Y esta reivindicación
de Mariano Moreno en el presente, es el claro aporte de sus reflexiones.
Pensarlo como primer politólogo, a partir de reconocer el Día Nacional de los
graduados y graduadas en esa disciplina, no es una mera efeméride, sino la
clara apuesta hacia una base constitutiva de nuestra democracia.
Desde el
liberalismo de Alberdi y Sarmiento, pasando por los de Ramos Mejía y Zeballos; tomando
el nacionalismo de Scalabrini Ortiz y Jauretche; y hasta considerando el
socialismo de Silvio Frondizi; Argentina aportó grandes politólogos. Y las
mujeres no se quedan atrás, a pesar de estar proscriptas hasta el voto femenino
conseguido por la lucha de Eva Perón, desde la militancia aportaron
reflexiones. La misma Guadalupe Cuenca, esposa de Moreno, con sus cartas
describía la situación política de su época, pasando por Julieta Lentieri o
Alicia Moreau de Justo, pelearon por ampliar la Democracia.
En la
actualidad, muchos politólogos argentinos se desatacan en el mundo, como
Guillermo O`Donnell, Ernesto Laclau y
Atilio Borón. A otros colegas podemos leerlos en los medios, como Luis
Tonelli, Hernán Brienza, Fabián Bossoer
o María O`Donnell. Incluso, con sus aristas, están en el escenario político,
como Juan Manuel Abal Medina o, en el otro extremo, Patricia Bullrich.
La
propuesta de declarar el 23 de septiembre, fecha de nacimiento de Moreno, como
Día Nacional del Politólogo estuvo presente en el parlamento argentino, recibió
media sanción en diputados y estuvo en orden del día en senadores, perdiendo su
estado parlamentario. Ojala que estas líneas motiven a avanzar en este
reconocimiento por parte del Congreso.
Incluso,
sería oportuno, plasmar la figura de Mariano Moreno en un billete de la Nación. Parece
increíble que nunca estuvo en nuestras monedas, sin duda es un tema pendiente.
Sería a un reconocimiento a la importancia del pensamiento político, que a lo largo
de nuestra historia estuvo pensando el destino de nuestro país. La Ciencia Política
deja paso a la Política.
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