Raúl Pont: “La consigna es seguir luchando para cambiar la historia”. Entrevista a Raúl Pont. En Miradas al Sur. Ricardo Romero

Raúl Pont: “La consigna es seguir luchando para cambiar la historia”

Por Ricardo Romero, politólogo UBA/Unsam internacional@miradasalsur.com











El ex Alcalde de Porto Alegre y actual Diputado por Rio Grande Do Sul, analiza las perspectivas de un probable gobierno de Rousseff En momentos en que se libra la segunda vuelta electoral en Brasil, Miradas al Sur entrevistó a Raúl Pont, dirigente socialista del Partido dos Trabalhadores, ex Alcalde de Porto Alegre y actual Diputado Estadual por Rio Grande Do Sul.

–¿Se abre una nueva etapa en Brasil?

–Aún falta ganar, pero estamos con las encuestas dando a Dilma de 10 a 12 puntos a favor. De hecho, la primera vuelta fue una gran victoria, se consiguió el 47 por ciento de los votos, muy parecido a lo que ocurrió con Lula en 2006, no hay una preocupación por no haber ganado en el primer turno, pero estamos trabajando para garantizar la victoria este 31.

La consigna de la campaña es: “Luchar para seguir cambiando”; es un poco de continuidad, pero también hay cambios, necesariamente; porque Lula ha vivido los 8 años sin una relación de fuerzas favorable en el Congreso. Con una popularidad impresionante, muy buena, es más, sale con casi el 80% de adhesión, pero esto no significa una relación de fuerza real en la sociedad. Porque los medios de comunicación, la Justicia y las instituciones clásicas del capitalismo se mantienen muy fuertes.

Dilma no tiene el carisma, no tiene la historia de liderazgo popular que tiene Lula, pero es una compañera confiable, con una larga tradición de lucha, y que tenemos la certeza que no solamente continuará, sino que va a dar continuidad a nuestras experiencias.

–¿Qué experiencias deja el gobierno Lula?

–Si bien sabemos que la Reforma Política que queríamos para el Brasil no la logramos con Lula, no porque no tuvo la iniciativa, sino que no tuvimos los votos en el Congreso ni una movilización popular suficiente para alcanzarla, en lo económico el país ha cambiado mucho en la defensa de las empresas públicas estatales, especialmente en su fortalecimiento, principalmente la Petrobras. Para tener una idea de lo que eso significa para el país, en los próximos cuatro años hay una proyección de hacer inversiones, de las nuevas reservas de petróleo que se han encontrado en las explotaciones del Pre Sal en las costas brasileñas, en torno a 220 billones de dólares. Eso da una pauta del rol que cumple una de las empresas públicas en el país.

También sobre los bancos Públicos, como la Caja Económica Federal, que es el gran instrumento para la vivienda popular, donde está la proyección de hacer más de dos millones de casas y departamentos populares en el próximo período, para enfrentar uno de los grandes problemas de la gente pobre en Brasil, que es el acceso a una vivienda digna, que millones aún no tienen.

Podemos rescatar la experiencia de la educación, que después de prácticamente una década de parálisis con los neoliberales, la Universidad brasileña pública y gratuita vuelve a crecer, son 16 nuevas universidades federales creadas y un gran crecimiento de las antiguas, especialmente en las vacantes ofertadas en todas ellas, y un número impresionante de nuevas escuelas técnicas, que también el país no conocía hace mucho tiempo.

A su vez, los recursos federales para los Estados y Municipios también ampliaron los servicios y las posibilidades de políticas de vivienda, de escolaridad, de salud o de jubilación pública; todo eso a contramano de lo que pretendían los neoliberales, son las experiencias que dejó el gobierno Lula.

–¿Y qué hay que cambiar?

–Nosotros tenemos conciencia que hay que mejorar la participación popular, ampliarla en el gobierno. Las experiencias de Democracia Participativa que desarrollamos aún están muy restringidas a los gobiernos locales y eso es insuficiente. Ahora tenemos que intentar transferir esa práctica para el Plan Estadual y el Nacional.

Los desafíos o los retos están más o menos claros, para llevar una mayor participación popular, vamos a tener un enfrentamiento principalmente en el primer año; tenemos que hacer la reforma política, porque en el segundo será muy difícil, porque en 2012 tendremos las elecciones municipales, entonces una tentativa es aprovechar la victoria electoral y mejorar la situación de las elecciones proporcionales. Porque los grandes victoriosos en el Congreso fueron los candidatos separados y esto afecta la representación.

–¿Qué rol juega el Pmdb?

–La elección presidencial en Brasil ha generado un nuevo problema, porque la adhesión del Pmdb a la lista de Dilma no fue completa, no fue Nacional, la mayoría cerró en la coalición, pero en algunos estados, como el mío, Río Grande Do Sul, vamos a tener en los próximos meses una nueva composición partidaria; se está construyendo una redefinición político partidaria en Brasil que será muy importante. Los partidos como el Pmdb que quedaron en estos años sin asumir una posición neoliberal, pero sin un compromiso para volver a ser una izquierda más consecuente, a pesar de tener una vieja tradición de resistencia a la dictadura y la lucha por la democracia, va a vivir una contradicción muy fuerte, así como el PDT de Brizola, que desde su muerte es un partido que tiene mucha dificultad de mantener una identidad propia.

–¿Cómo será la política exterior en América latina?

–Creo que el gobierno de Dilma va a mantener la política externa, por el crecimiento económico y por el rol de las políticas en la infraestructura que Lula vino trabajando. Todo apunta para profundizar una integración con los países de América. Aunque hay que avanzar en un aspecto político, la integración tiene que afrontar una estrategia que profundice el Mercosur en ese aspecto.

A su vez, tal como vimos en Unasur, las manifestaciones conjuntas de solidaridad contra todo intento golpista antidemocrático es un presupuesto de construcción que hay que trabajar muy fuerte.

–¿Cómo se conjuga la política de Estado con la programática?

–Lula ha logrado ese papel, por su carisma, figura y origen; pero no sé si con Dilma vamos a tener ese protagonismo, porque ella tiene otra construcción. Vamos a trabajar para que pueda mantener y cumplir este rol de un liderazgo internacional en las relaciones con África, Asia o los Bric’s. Es una política importantísima para ampliar las relaciones del país, para no ser rehenes, como fuimos durante mucho tiempo, de Estados Unidos y la Unión Europea. Las relaciones internacionales no son solamente políticas, son también de mayor autonomía, de mayor relación con los pueblos de América, África o de Asia, y esto desde el partido tenemos una coincidencia muy fuerte que es una política a perseguir y desarrollar en el próximo período.



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