Rol del Partido Socialista


¿Socialistas para qué?

Ricardo Romero

Politólogo UBA/UNSAM

Centro de Cultura y Debate Socialista

Ver al compañero Giustiniani levantar la mano junto a Menem, Rodríguez Saá, Reuteman, Duhalde (Chiche) y sus secuaces Morales y Sanz, debería ser un disparador que llame a la reflexión al próximo 3º Congreso del Partido Socialista, para que no se agote en un mero formalismo burocrático, o peor aún, se dedique a expulsar a compañeros/as, más cuando el PS cruje por dentro. Si repasamos las últimas elecciones, el socialismo tuvo diferentes estrategias electorales según el distrito. En Santa Fe obtuvo una clara victoria en un frente, contrapuesto a CABA que solito sufrió la peor derrota de la historia en la Ciudad. En tanto que en Provincia de Buenos Aires el oficialismo intervino el partido para aliarse al radicalismo, mientras que en La Rioja se fue en un frente de izquierda y en Santa Cruz se constituyó un nuevo partido, para citar los variados caminos del PS.

Es claro que hay un debate interno sobre el rol del socialismo, básicamente esta la visión que ostenta la defensa de los ropajes republicanos, y termina aliada al radicalismo, votando con la sociedad rural y dándose la mano con Reuteman y Duhalde; y de quienes propiciamos un espacio amplio, democrático y participativo. En tal sentido, tenemos el desafío de articular una propuesta que pueda poner al Partido Socialista en su rol histórico en la construcción de la política argentina, donde se defienda la economía social, el avance de los derechos, la participación ciudadana y el latinoamericanismo; nada de eso se logra con Morales y Sanz, y menos con Menem y Rodríguez Saá.

Si bien en Santa Fe, con independencia de criterio, se pudo generar una propuesta alternativa, el compañero Binner no puede estar ausente del escenario nacional. Debe reorientar la política partidaria, asumiendo la conducción del PS y ser el constructor de un bloque de centroizquierda, que en vez de obstruir por obstruir, condicione hacia el avance de conquistas sociales. Para ello, hay que profundizar el debate sobre las líneas de acción programática del socialismo; impulsando la reactivación de sus espacios de deliberación, sus ámbitos de participación y sus mecanismos democráticos de decisión, para que el Partido Socialista tenga la capacidad de generar transformaciones progresistas y no termine allanando el camino para la vuelta de un modelo excluyente.

Buenos Aires, 6 de marzo de 2010

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Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM
www.ricardoromeroweb.com.ar

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