24 de Marzo
Volver a soñar
Una mañana, fría, muy fría
me desperté de un sueño,
de repente: una pesadilla…
ya no tenía una América Libre,
las cadenas rodeaban sus costas
y la tortura mataban sus utopías.
Fue en marzo, un 24, un día negro
cuando comenzó la aniquilación,
de mi pueblo, que desaparecía
acusados de subversión.
Fueron generales derivados en asesinos
que aplicaban la muerte
sin comprender que un sueño
no se puede fusilar,
sencillamente porque renacen.
Y las ideas de Ernesto, Salvador y Zelmar,
junto a 30.000 luces en nuestras tierras,
vuelven en nuestra memoria
diciéndonos que no existe sueño,
imposible de soñar.
Por Richard Da Silva
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