Nota Congreso PT: Una mujer para Brasil.
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Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM
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Congreso PT: Una mujer para Brasil
Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM
Centro Debate y Cultura Socialista
"La esperanza venció al miedo" fueron las palabras del tornero mecánico devenido en Presidente de la República. Con esa idea, Lula se propuso marcar un nuevo tiempo histórico, así como el "fico", la "República" o el "Petróleo e nosso" figaron grandes consensos nacionales en Brasil, en su discurso de asunción, impulsó al "FOME Zero" como un eje aglutinador de consenso.
Así, la gestión de Lula se concentró en recuperar el crecimiento económico, y si bien muchos esperaban un viraje de la línea neoliberal que llevaban sus predecesores (Collor, Franco y FHC), Lula se encuadró en una visión neoclásica en lo económico y se subordinó a los imperativos del mercado, a través de altas tasas e independencia del Banco Central.
Desde una perspectiva macro económica, se centra la acción en el intento de privilegiar la reactivación a partir de "incentivar" la inversión. Es verdad, parecería seguir la lógica de los noventa. Sin embargo, cabe destacar que el programa con el cuál asume Lula, se basaba en un desarrollismo industrialista, que básicamente quería generar un progreso inclusivo. De hecho, cuando la derecha generaba inestabilidad, Lula saca una "carta ao povo brasileiro" en la cual se comprometía a cierta continuidad en la política macroeconómica.
Existe un error en considerar las expectativas en Lula como el programa que no ejecutó. De criticar, tenemos que ver cuánta maniobrabilidad tenía Lula para generar un cambio de dirección en las políticas neoliberales. Y en todo caso, porqué los sectores que se fueron por izquierda, no logran superar el 10% del electorado, si es que expresan algo los porcentajes de la democracia burguesa. En un sentido crítico, lo que se puede decir de Lula es que no tuvo capacidad de articular su programa con un compromiso con la burguesía, algo que constantemente expuso como su propuesta, y sólo sostuvo un nivel de crecimiento aceptable para los rendimientos empresariales pero débil para una redistribución cercana al "fome zero".
Sin embargo, no tiremos al bebé con el agua sucia, porque en el marco de las políticas sociales la idea de populismo regresivo es cuestionable en medida de ver la universalización que tienen los programas que se aplican en Brasil. Cómo puede ser que el PT gana en el abandonado nordeste, incluso con el 80 por ciento en segunda vuelta?, eso es sólo el clientelismo estatal?. o no hay que pensar que el Estado también esta llegando a sectores sociales que durante siglos no tuvieron ciudadanía en Brasil?. Incluso, sería interesante ver la aplicación de cupos que impulsa el gobierno, donde pobres y afrodescendientes tendrán acceso a la educación superior, un derecho que en Brasil estaba vedado para la mayoría de sectores populares.
Creo que la visión economicista coloca en el cortoplacismo pragmático la idea de un socialismo automático, sin ver las dinámicas sociales que pueden articular la construcción de proyectos, y se quedan solos sin respaldo social. Debemos tener presente que el proceso de transformación en Brasil no se detiene, y que de la dinámica social depende los avances que puedan generarse para una etapa superior al gobierno de Lula. De hecho, el debate por la sucesión marca hacia donde puede ir el proyecto socialista del PT.
En ese sentido, es interesante analizar los escenarios posibles que se abren para un tercer mandato del Frente Popular (alianza que sustenta a Lula). La primera, puede generarse un candidato de la coalición, como Ciro Gomes, quien expresaría una continuidad prolija de la política lulista, la estrategia con mas fuerza es la propuesta de un candidato propio del PT, donde la candidatura de Dilma Rousseff, actual Jefa de la Casa Civil, podría significar un avance hacia un programa con eje socialista, punto que en Brasil puede seguir consolidando. Con Dilma, la esperanza brasileña aún tiene
posibilidades de alcanzar una sociedad más justa e igualitaria, y existen condiciones para prosperar en ese sentido. Las elecciones de octubre próximo, comenzará a perfilarse el camino que transitará la era post Lula, donde resultan clave recuperar propuestas que seguro se debaten en el Congreso del PT y mostraran que aún brilla a una estrella y que Brasil también se vestiría de mujer.
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