Hibridez institucional


Hibridez institucional
Ricardo Romero
Red Socialista
Alfredo Palacios

Los vertiginosos cambios en la estrategia electoral por parte del oficialismo, con el adelantamiento de elecciones y la propuesta de candidaturas testimoniales, no pueden verse como un mero maquivelismo por el poder. En tal caso, son contra movimientos similares de la oposición. Recordemos que la fecha se acopla a la convocatoria que realizó Macri en la Ciudad y que varias candidaturas opositoras son de personas con posesión de cargos, como Micheti, Solá o Cortina, entre otras. Por lo cabe preguntarse: qué lo provoca.
La desestructuración de los partidos políticos tradicionales, UCR y PJ, provocaron una fragmentación casi personalista de las configuraciones políticas. En este sentido, un esquema institucional pensado para un bipartidismo presidencialista, donde se propiciaba un sistema mayoritorio con fuerte peso del ejecutivo, se divide en bloques parlamentarios que acompañan o se oponen a la propuesta oficial, a tal punto, que el Vicepresidente de la Nación puede jugar como opositor. Lo que marca un declive del presidencialismo y una orientación hacia un cuasi parlamentarismo.
Este esquema provoca una hibridez institucional porque los instrumentos que tiene el parlamentarismo para garantizar o consolidar el poder político, no estarían presentes en el presidencialismo, como la disolución del parlamento e, incluso, que los mismos ministros/as participen como candidatos/as para garantizar el apoyo a la gestión de gobierno. Por lo tanto, en un marco de inestabilidad económica y volatilidad política, es razonable que el gobierno busque una estrategia de garantizar su capacidad de gobernar.
En esta encrucijada, aquellos/as que defendemos una propuesta progresista e inclusiva, no podemos dejar de tener presente que las configuraciones que intentan desplazar al Kirchnerismo, tanto Macri, Reuteman o Solá, son expresiones que tienden a reflotar políticas pasadas. Incluso comparten con Carrio, Stolbizer o Giustiniani el alineamiento con los ruralistas, por lo que deja se propone como alternativa subsimir a la Argentina a los vaivenes del sector exportador. Puede ser cierto que el actual gobierno no alcanzó a reconfigurar la estructura económica, sin embargo, la posibilidad de cambiarlo pasa por profundizar los cambios en marcha, ésto es lo que los candidatos/as testimoniales van a testimoniar.
De hecho, las elecciones parlamentarias van marcar una cristalización de fuerzas que seguirán disputando a fin de garantizar la continuidad de éste proyecto o aquellos que intenteran reorientar los destinos del país. El desafío del gobierno es reconfigurar una coalición capaz de sostener los lineamientos abiertos desde 2003. De hecho, N. Kirchner comenzó su gobierno en minoría parlamentaria y fue articulando una coalición mayoritaria. Sin embargo, C. Fernández tendrá el desafío de hacerlo pero con una crisis económica, por lo que no puede regalar ni un solo voto, y de ésta confrontación se dirime el futuro de Argentina.

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